Me gustaría saber dibujar...

"Me gusaría saber dibujar", dicen muchos. Puede que tú también hayas pronunciado estas palabras. Inmediatamente me viene a la mente la respuesta: "¿Y por qué no?". De todas las actividades a nuestro alcance, tal vez dibujar sea la más fácil de emprender, ya que solo se necesita un lápiz y un papel en blanco.
Lo cierto es que casi todo el mundo ya dibuja. ¿Quién no ha garabateado alguna vez una especie de plano para orientar a alguien o no ha pintado monigotes en la libreta que hay junto al téléfono? En estas acciones están presentes dos de los elementos esenciales para dibujar: selección y simplificación, junto con unos trazos sin inhibiciones. El tercer elemento es la observación.
En el día a día, las personas ven lo que según sus experiencias, sus vivencias les han enseñado a ver, pero a través del proceso de dibujar, vamos más allá de nuestras expectativas y descubrimos sutilezas en cuanto a forma y estructura, textura y pauta, luz y sombra. COMVERTIMOS LA VISIÓN EN COMPRENSIÓN.
El dibujo es una forma de arte y el arte no conoce fronteras ni se puede etiquetar de manera simplista. Sin embargo, para poder acceder a esta extensa y variada actividad, en clase se desarrollan ejercicios teorico-prácticos e individuales con un sólo objetivo IR DESARROLLANDO CADA VEZ MAS NUESTRAS PROPIAS HABÍLIDADES.
Cada ejercicio constituye la sucesión natural del anterior por tal motivo los primeros meses son cruciales para poder comprenter todo.
Mi metódología pretende derribar algunos de los mitos persistentes sobre las prácticas y procesos del dibujo.

SON MUY POCAS LAS PERSONAS QUE NACEN CON UN DON EXPEPCIONAL y casi todos los artistas alcanzan su competencia a través de la fascinación y a BASE DE PERSEVERANCIA. Puede que al observar los dibujos de un artista, pienses que los hizo sin ningún esfuerzo, pero eso es solo lo que quiere hacerte creer. Tras todo dibujo bien hecho hay una gran dosis de reflexión, empeño y todo un historial de errores y falsos inicios. Hasta el dibujante más experto nunca dejará de ver sus errores y se esforzará por superarse. Desde esta perspectiva, no hay diferencia alguna entre los dibujos de un artista consagrado y los primeros pasos vacilantes que tu des; no son sino etapas de un viaje interminable. A cada paso te aguardan descubrimientos interesantes. A veces será difícil avanzar, pero también habrá momentos en que las cosas encajen y puedas tomar la delantera.
Como pasa con tantas otras cosas en la vida, lo que el dibujo te aporte dependerá de lo que inviertas en él. Es una actividad que demanda dedicación, experimentación y espíritu lúdico. COMO RECOMPENSA TE SENTIRÁS SATISFECHO DE TI MISMO Y TENDRÁS UN PUNTO DE VISTA MÁS AMPLIO DEL MUNDO QUE TE RODEA.